Doce fricciones que tienen al mundo del arte como protagonista, y ello cuando el mundo del arte se ha convertido en referente obligado, muchas veces único, de su calidad e importancia, incluso de su condición artística. Fricciones irónicas, no por ello menos verosímiles, en las que estamos a punto de reconocernos, ¿o nos conocemos?

Clavelinda Fuster, la narradora y personaje principal de estas "fricciones", se mueve con desparpajo en el universo del arte. Sus aventuras nos permiten entablar contacto con una fauna riquísima de artistas de vario pelaje, museos, galeristas, comisarios, críticos, coleccionistas, políticos, asesores, etc. Aquí aparecen los afanes de unos y de otros, sus pasiones y sus intereses, no siempre concordantes. Detrás de todos ellos se dibuja una sociedad opulenta y depredadora, donde la generosidad y la intensidad creativa conviven con la corrupción. Estos cuentos nos ayudan a entender mejor, en clave semisatírica, ese mundo complejo del arte contemporáneo: de un modo parabólico superan las limitaciones de los géneros enunciativos tradicionales, poco aptos para hablar de personas concretas y de sentimientos subjetivos. No pertenecen, sin embargo, en sentido estricto, al género "didáctico", sino a la mera literatura de ficción, y se dirigen a todo tipo de lectores: los iniciados disfrutarán con los numerosos guiños al mundo del arte, tal como es en el momento actual, pero quienes no estén al tanto de ello gozarán también leyendo unas aventuras que son siempre ingeniosas y tiernas, agridulces e hilarantes. Clavelinda Fuster rechaza la idea convencional de exhibir una "biografía de autora". Se ha dado a conocer hasta ahora por algunos punzantes ensayos sobre historia y crítica del arte contemporáneo.