El escenario es las Tullerías; la época, el invierno de 1803-1804. Jean dOrmesson imagina una conversación entre Napoleón y su segundo cónsul y hombre de plena confianza, Jean-Jacques Régis de Cambacérès, durante la cual el Corso pone en marcha una alambicada argumentación para convencer a su interlocutor de las bondades de coronarse como emperador: El imperio no es otra cosa que la entronización de la república. Una obra literaria difícil de clasificar en un género determinado, escrita con precisión y sin ningún tipo de alharacas que nos sitúa en un momento en que la historia francesa discurría por el filo de la navaja, y que al mismo tiempo arroja luz sobre la condición humana y sobre los procesos históricos en todas las épocas.

Jean d'Ormesson (n. 1925) es catedrático de Filosofía, secretario general del Consejo Internacional de Filosofía y Ciencias Humanas de la Unesco, director entre 1974 y 1977 del prestigioso periódico Le Figaro y miembro de la Academia Francesa. Recientemente ha encarnado a François Mitterrand en la gran pantalla. En España fue galardonado con el Premio Torcuato Luca de Tena, pero es sobre todo conocido por haberse creado una creciente legión de apasionados seguidores entre los lectores más exigentes y ser uno de los autores de culto más adictivos. Sus obras narrativas, en las que confluyen lo autobiográfico, la reflexión y el humor, se apartan de las convenciones y abren nuevos caminos a la novela. La gloria del imperio (por la que obtuvo el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa), Por capricho de Dios o la que se conoce como la trilogía de entreguerras (El viento de la tarde, Todos andan locos por ella y La felicidad en San Miniato), son algunas de sus obras más apreciadas.