Yoshiba y Fumi se han amado durante toda su vida. El único temor que les asalta es morir y separarse para siempre. Un día, Yoshiba descubre el lugar del que hablaban los viejos: la fuente de la eterna juventud. Pero los viejos amantes, pronto entenderán las consecuencias de haber bebido de sus aguas.

La leyenda sobre una fuente de agua que es capaz de devolverle juventud y salud a quienes toman o se bañan en ella, ha sido retratada en diferentes culturas a través de la literatura, la pintura, la religión, entre otras. Yoshiba y Fumi son dos personajes que encarnan esta cara de la leyenda, originada en Japón.